Es un walking simulator de tantos pero aquí se nos ofrece un trama argumental inquietante, que se va consolidando en forma de notas y papeles que nos encontramos por todo el edificio. Te mantiene en una tensión involuntaria que te hace seguir más adelante.
No mueres, no recoges nada, solo andar y seguir con la narrativa.
Me encantó como la historia te muestra como todo es una adoración a un Dios pagano bizarro, representado con una nula de aspecto extraño de cojones. No te lo esperas, por las sensaciones de la página, piensas en que puede ser un psicokiller o un monstruo que te persigue para matarte, pero no es así. Me parece fabuloso el trabajo que hay detrás, sobre todo el de contar la historia, a cachos y pedazos, desorganizado espacio temporalmente.