La afinidad y el trabajo entre los miembros de un equipo organizado y ya establecido en el mundo del desarrollo de juegos es tangible en este. El arte es precioso, colorido, gracioso y muy bien hecho. La música es bien acorde a las emociones del juego aunque después de un rato aburre. La jugabilidad es butal, sobre todo siendo el chef, hace falta bastante habilidad. Pienso que también ser el pollo es bastante injusto, si le agarras el truco a los saltos no es un problema, pero aún así resulta inutil bajar o subir con la rapidez del chef. Un modo multijugador hubiese sido más entretenido quizás, aunque yo apenas sé de desarrollo de juegos, y el tiempo en que se hizo y la calidad del juego demuestran su potencial. Muy buen juego!