¡Dios! Cada toque de enlace te transporta a una nueva sección que touch a touch se vuelve más y más adictivo... Luego de la redundancia de palabras, viene la hora de... ¡FELICITARTE!
Aun no lo he terminado, pero hasta ahora me siento perdido entre palabras escritas con tanto sentimiento, tanto amor, y juro que varias veces me sentí identificado.
Tengo un poco más por leer de esta maravillosa obra, por eso dejaré la mitad de mi comentario, hasta llegar a una resolución final.
Pero es algo tierno, algo que transmite paz. Es la historia perfecta para estar sentado en el banco de la plaza, iluminado por la luz del atardecer.
Seguimos...