Es un juego fabuloso y muy fácil de jugar. Creo que lo que más llama la atención es el sentido de cooperación que generas inmediatamente, incluso sin poder comunicar el efecto de tus cartas. Los jugadores buscan el bien del equipo y por lo tanto sienten las derrotas y victorias con más fuerza.
Uno podría pensar que se vuelve frustrante intentar vencer lo que te manda la suerte, pero fallar en este corto juego significa solo revolver las cartas y volver a empezar, es muy fácil de jugar y re-jugar. Todo esto por no mencionar la atmósfera excelente que han logrado con el arte de las cartas.