Para las personas que siempre han pensado eso de "segundas partes nunca fueron buenas", el planteamiento y enfoque de Comí Uranio (que, por lógica cronológica, se plantearía como la segunda parte de esta saga) va a suponer un cambio de paradigma.
La estructura "causa-consecuencia" que subyace y que incluso permite experimentar al mismo tiempo, abriendo los dos "Punto exe", plantea un desarrollo narrativo en el que, junto a lo obtuso del control, podemos empatizar aún más con la persona que protagoniza la saga.
Porque, como en la vida, tomamos muchas decisiones sabiendo que nos llevarán a un resultado concreto que no será positivo para nosotres; sin embargo, lo abrazamos.
Bien sea en pos de la libertad o a través de pensamientos autodestructivos.
Eso sí, con educación:
🕊️ Que aproveche el uranio. 🕊️