Una movidita con la que es imposible no empatizar.
Es difícil lidiar con sentimientos como los que narras, sobre todo cuando en tu cabeza sucede esa contradicción de estar solo rodeado de gente. Es un sentimiento contra el que es difícil bregar en el momento... Y a veces los actos inesperados de amabilidad son el antídoto perfecto para ello.
Gran movidita y gran manera de dar las gracias a esa maravillosa desconocida. Una obra sincera y entrañable.