Llego con un año de retraso a comentar pero nunca es tarde si la dicha es buena. Excelente textoy gran decisión la de derrumbar las escaleras para mejorar las otras estancias. Casi he podido sentir el momento de duda entre ¿lo hago más grande? o ¿mejoro lo presente? Me ha encantado el final.
Me sumo a los exploradores de lugares abandonados. Cuando era chaval entramos en todas las casas abandonadas de nuestro pueblo y conozco bien las sensaciones descritas en la aventura, sobre todo cuando descubres un fragmento de pasado en un documento.
¡Gracias por devolverme esas sensaciones!