¡Nunca olvidaré la sensación de controlar a Pececín como si fuese un copete voladorrrr!
El final me ha sorprendido enormemente, completamente inesperado y el pececín rompiendo paredes cual berserker es digno de fantasía tolkiniana como mínimo.
Ha quedado entretenido y gracioso.
¡Enhorabuena!