Los controles son un poco difíciles de pillar al principio, quizá sería más intuitivo utilizar la flecha de arriba para saltar y el espacio para atacar.
Una vez cogido el truco a los controles y a cómo funciona el juego (los bloques te aplastan y te hacen más grandes, las guirnaldas se saltan o se atacan y te vuelven más pequeño y la bola amarilla es el fin del juego), se vuelve bastante sencillo, ya que con una guirnalda que rompas te puedes colar debajo de la plataforma y pasarte el juego.
El juego es cortito, pero es entretenido de jugar y tiene una buena combinación de colores. La música elegida está chula.
Me pareció gracioso que no hubiera un límite en la disminución de altura del personaje, de tal forma que puede tener altura negativa, jeje.