Me ha gustado la historia aunque hay algo que últimamente encuentro en algunas de estas novelas que he tenido la suerte de disfrutar y es que los protagonistas suelen ser bastante mojigatos. Entiendo que tampoco es cuestión de crear personajes que sean obsesos sexuales, pero hay cosas que no entiendo, como ¿porqué a una persona le incomoda que entre en una ducha otra persona con la que ya ha tenido sexo? Si hay una relación de intimidad, ¿porque hay que pedir permiso a la otra persona para abrazarla de vez en cuando?
En cuanto un hombre tiene alguna pulsión sexual hacia el protagonista, muchas de estas novelas no dudan en ponerle esa etiqueta de obseso. Un hombre con el que se ha tenido sexo y desde luego, se le ha visto desnudo, no debería provocar que "sangre la nariz". Nunca he entendido eso del sangrado de la nariz, creo que es de influencia japonesa.
Todo este tipo de situaciones me provocan cierta sensación de represión sexual.
Por otro lado, la historia está bien y es imposible no enamorarse de ciertos personajes (platónicamente hablando).