Comentario con SPOILERS.
Una original aventura sobre la cuarentena pandémica y los curiosos efectos de una terapia experimental en el afligido y confinado protagonista. Sin ser demasiado larga sorprende por la amplitud y densidad de interacciones, además de por la habilidad con la que transita entre un tono costumbrista y las visiones alucinadas que se apoderan de nosotros. El espacio del apartamento se convierte en un lugar capaz de provocar en nosotros auténticos trances que nos transportan a enigmáticos escenarios de nuestra biografía vital, del pasado ancestral, de otros continentes y culturas, o del futuro más distante. Son escenas que parecen explorar el tema de la fuga de una realidad opresiva y hostil pero que, gradualmente, podrían revelar que toda huída no es sino un espejismo pues el periplo parece abocarnos a otras circunstancias terminales (un sacerdote convertido en peón de una fuerza sobrenatural), un viajero temporal recogiendo restos de una -¿nuestra?- extinta civilización, y sin embargo, la escritura de Incanus siempre deja un resquicio para la esperanza, la poesía y el humor. La aventura está programada con mimo, y podemos examinar con gran detalle el entorno. El parser comprende toda clase de sinónimos y el autor ha previsto diversas reacciones psicológicas a las situaciones que se nos van presentando, algo que supone una nota de originalidad ,ya que la aventura prototípica tiende a enfocarse en la manipulación de objetos descuidando la dimensión de la reacción del jugador o los comandos que permiten expresar su actitud ante los quiebros de la historia. En el plano técnico, cabe destacar que el programa parece bien testeado. No he encontrado bugs reseñables y el amplio repertorio de respuestas redunda en la verosimilitud de la propuesta. En el artístico, decir que Incanus es de los autores que tiene mejor estilo y pone mayor cuidado en el lenguaje. Es conciso, evocador, ágil y sabe emocionar con breves pinceladas cargadas de poesía. En definitiva, una aventura sugestiva y de concepto original que aprovecha notablemente las posibilidades de Inform y, para quien escribe, uno de los mejores ejemplos de ficción interactiva en nuestro idioma. Para mí es un cuatro y medio sobre cinco, pero la web no permite votar más que con estrellas enteras.