Un buen cuento, bien narrado, ameno y con un gran final que yo atribuiría quizás a mi abuelo materno. Realmente no me queda claro si es un juego lineal o no, pero lo que sí está claro es que el título no deja entrever el final desolador. Tras poner toda nuestra atención y energía en hacer volar la cometa, el final es más tétrico que si nos hubiera alcanzado un rayo. Entiéndase todo lo anterior como resultado de haber disfrutado de un juego entretenido, inmersivo, con un texto muy bien redactado y pulido el que realmente ocurren cosas.
-Jade.