Ah, si. Las tres orientaciones sexuales. Momia, fantasma y espantapájaros.
La coordinación del restaurante te mantiene atento a varias cosas a la vez, pero ninguna de ellas es especialmente agobiante y los minijuegos sirven como descanso, así que en verdad es bastante chill.
Los minijuegos son simples y resultones, cumplen su función. Ni muy enrevesados ni muy difíciles. Sabes que estás atendiendo a auténticos monstruos cuando literalmente todas las hamburguesas que he hecho tienen dos bases de pan juntas abajo del todo. Sin nada de por medio. Malditos degenerados.
Acabé de jugar y dije "Ahh, que bien, ha estado guay. No creo que vuelva a jugar pero ha sido entretenido".
Pero nadie me preparó para las historias. Nadie me podría haber preparado para las historias.
Vaya que si jugué otra vez. Tenía que ver todos los textos. Qué buenos son, me cago en todo. Y encima me pilló por sorpresa porque nada apuntaba a ello. ¿Cómo iba a saber que las dos personas que había cogido tenían nombre y desarrollarían una historia?
Ven por el gameplay de restaurante y quédate por Francisco y Carlos compartiendo celda.
Si algo malo le tengo que indicar es que es demasiado azaroso. No sería un problema si no fuera porque el juego te pone un highscore que te anima a subir. Pero si en una partida sale un espantapájaros al que sólo le gustan los fantasmas y al juego le da por no sacarte fantasmas, pues estás jodido.
Puedes retenerlo ahí pero es tiempo que no aprovechas, o puedes juntarlo con otro random por un bonificador más pequeño, pero un mal RNG es un mal RNG y no hay forma de remontarlo para más bueno que seas. Haría una de dos, quitar los puntos o añadir mas garantías al RNG.
Dicho esto, estoy nitpickeando que flipas. Los gráficos también son super cucos y me encanta que haya tantas variedades gráficas del mismo monstruo - sobretodo para los retratos finales. Las animaciones y los fluidos están sorprendentemente currados, y la música cumple bien su función.
Tremebundo, mancantao. Me quito el sombrero.